El martes 9 de abril de 2013, cuando conmemoramos 65 años del asesinato del líder carismático Jorge Eliécer Gaitán, se realizó en Colombia la llamada Marcha por la Paz. Desde tempranas horas de la mañana por distintas emisoras nacionales se hacía énfasis en que esta marcha no tenía dueño y que era muy bueno que así fuera. El Presidente Santos tenía una hora y un lugar de encuentro, el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, tenía otra hora, Piedad Córdoba y los Colombianos y Colombianas por la Paz, otra agenda; así mismo la Marcha Patriótica y otras tantas organizaciones sociales, populares, comunitarias y partidos políticos que se dieron cita especialmente en la capital de la República para darle un sí a la paz y apoyar los diálogos de La Habana, tan vilipendiados por la funesta alianza Uribe-Pastrana.