El conflicto armado colombiano ofreció la coyuntura particular desde el año 2012 para que Gobierno y las farc, uno de los grupos insurgentes más antiguos del mundo buscaran delinear un proceso de paz. Este conflicto se puede rastrear desde comienzos del siglo XX con la hegemonía conservadora y la aparición de grupos campesinos alzados en armas que luego confluyen en un alineamiento marxista leninista en la década de los 60 para finalmente terminar
aliado con redes del narcotráfico a través del cobro de “vacunas”. En la búsqueda de la solución al conflicto armado se han advertido signos de desconfianza ciudadana en el logro de resultados efectivos de paz, suspicacia que tomó cuerpo a través de diferentes encuestas de opinión, susceptibles de ser interpretadas como pérdida de favorabilidad del Gobierno o rechazo a la forma como se ha desarrollado el encuentro.